
El año pasado ya os contaba aquí mi debilidad por las torrijas y el miedo a hacerlas porque tenía el listón demasiado alto. La verdad es que he tenido siempre la gran suerte de conseguir comerme unas buenísimas torrijas gracias al padre de mi amigo Pedro o a la madre de mi amiga Belén, así que nunca he tenido la “necesidad” de aprender a hacerlas. Pero para mi “desgracia”, este año no se han acordado de mí y nadie me ha traído las torrijas que tanto me gustan 🙁 , así que este año sí, este año me he atrevido a hacerlas, me he quitado la espinita y, tengo que decir que son más fáciles de hacer de lo que pensaba, ¡os lo prometo!, y eso que no las tenía todas conmigo…ya sabéis que tengo el listón muy alto, y eso es una presión enorme.
Hace unas semanas bajé al pue...
>> Leer más
Sígueme